La suave brisa de la mañana, de una primavera, pronta a llegar,
acaricia mis mejillas. El sol brillante y poderoso ilumina todo
lo que me rodea, incluyendo a mi propio ser, a mi cuerpo
que camina sin rumbo, esperando el llamado de un ángel,
un ángel de bellos ojos verdes, con mirada tierna, tímida y vivaz.
En la soledad de mi caminar, miraba pasar a la gente a mí alrededor
como extraños seres, distintos a mí, pero con la sensación que todos tenían
algo en común, algo para compartir, algo para ofrecer, algo para esconder.
vi. en sus rostros, expresiones de miedo, en otros expresiones de amor, de alegría,
de entrega, de soledad…..me pregunto, si esos rostros son espejos de mi ser, donde voy con mis miedos, mi soledad, mi entrega, mi amor y mi alegría?
No hay lugar donde ir, no hay a quien dar y no hay de quien recibir, si primero no me doy eso a mi, no me encuentro a mi….
Ángel de bellos ojos verdes…no temas, todo esta bien, nada cambió, nada va a cambiar,
Tu mundo esta a salvo, la suave brisa, sólo acaricia las mejillas, solo le da un calido cariño al alma
AT